UNIVERSIDAD CAECE
LOCALIZACIÓN: C.A.B.A.
POST GRADO: Planificación, Administración y Evaluación de la Educación a Distancia
ALUMNA: Domínguez Gabriela
FECHA: 2 de octubre de 2010
LA COMUNICACIÓN EN LOS MATERIALES DE EDUCACIÓN A DISTANCIA
INTRODUCCIÓN
En trabajos anteriores
nos referimos al importante rol del tutor en la educación a distancia y
mencionamos que una de las cualidades ineludibles de un tutor es ser un buen
comunicador. Sin embargo, el tutor, en su rol de educador, no solo se vale de
sus habilidades como comunicador, sino
también de los materiales que tendrá que incluir en su proyecto educativo, que
serán necesariamente las herramientas que permitirán al alumno realizar los
procesos cognitivos que conlleva todo aprendizaje
Es precisamente en la educación a distancia que los materiales de aprendizaje cobran
especial significación e importancia, ya que deben suplir la función del
profesor que eventualmente intervendría solucionando los posibles problemas de comunicación o comprensión
que pudieran surgir en una clase convencional. Por otro lado, y conviniendo en
la necesidad imperiosa de utilizar nuevos enfoques de enseñanza en nuestra
práctica diaria, que fomenten la auto-gestión e independencia de nuestros
alumnos, como así también que desarrollen habilidades superiores de pensamiento
que les permitan aprehender nuevos conceptos e incorporarlos a su bagaje intelectual, antes de pensar en el
diseño de materiales de aprendizaje, tendremos que reflexionar a cerca de que
tipo de comunicación tendremos en
mente en el desarrollo del presente
proyecto. Es decir cuando diseñemos materiales de aprendizaje: ¿Que acciones
impulsaremos de parte de los alumnos? ¿Fomentaremos acciones que los conduzcan
al trabajo independiente, a la autoformación, y a la investigación? O ¿Reforzaremos el modelo
conductista en el que los alumnos deben
reproducir ideas y conceptos? Por otro lado,
ofreceremos a los alumnos
materiales que brinden ambientes de aprendizajes significativos que
generen procesos de transformación en
los estudiantes? En pocas palabras, es la comunicación, sin lugar a dudas, la
protagonista de los procesos generados en
cualquier entorno educativo.
En la siguiente sección, compararemos los
enfoques que presentan los autores Mario Kaplún y Viesca Lobatón, en referencia a las distintas concepciones en
torno a la comunicación educativa y a la construcción de materiales de
aprendizaje
DESARROLLO
Objetivos:
Establece las diferencias de enfoque de ambos autores
(Kaplún-Lobatón) y procurar ejemplos claros de ambos enfoques

En la introducción de
este trabajo, se mencionó la importancia que la comunicación adquiere no sólo
en el dialogo entre el tutor y sus alumnos, sino también en referencia al
diseño de materiales. Es por ello que en
esta sección centraremos nuestra atención en la comunicación y en cómo esta
herramienta social y educativa es percibida por distintos autores.
Cuando nos comunicamos lo hacemos con el propósito de
negociar ideas, conceptos, interpretaciones, es decir, de intercambiar los
distintos esquemas y patrones síquicos y culturales que nuestro entorno nos ha brindado. Comunicación implica cierto tipo de interacción
entre las personas, un fluir de
pensamientos, y sentimientos sobre el
mundo que nos rodea que compartimos, aún en medio de discrepancias y
desacuerdos. El autor Mario Kaplún, en su trabajo “Una Pegadogía de la
Comunicación[1],
además de ofrecernos una definición de la palabra comunicación, señala la
diferencia entre comunicación e información:
“Comunicación es el proceso por el
cual un individuo entra en cooperación mental con otro hasta que ambos alcanzan
una conciencia común. Información, por
el contrario, es cualquier transmisión unilateral de mensajes de un emisor a un
receptor”
El autor contrasta
la interacción que implica la acción de comunicar, con la carencia de intercambio dialéctico
que la trasmisión de información
conlleva. Esta aclaración, por parte del autor, tiene implicaciones muy
profundas en el campo educativo, ya que el hecho de transmitir conocimientos sin mediar ningún
tipo de interacción del profesor con los alumnos, presupone determinados roles del
alumno y el profesor, en los cuales, el primero constituye el centro de
atracción de la clase, el protagonista, y el segundo adquiere un rol pasivo e
irrelevante. Esta reflexión nos conduce a pensar que el grado de comunicación
que existe entre los agentes, educando y
educador, determina el enfoque de
enseñanza utilizado, marcando así el rol preponderante que la comunicación
tiene en el área de la educación. Mario
Kaplún (1998) establece que los
distintos modelos educativos están determinados por las
distintas formas en que percibimos y
hacemos uso de la comunicación y
presenta tres distintos modelos pedagógicos que toma del autor Díaz Bordenave:
Modelos Exógenos
(educación = objeto)
|
1. Educación que pone el énfasis
en los contenidos
|
2. Educación que pone el énfasis
en los efectos
|
|
Modelo Endógeno
(educando = sujeto)
|
3. Educación que pone el énfasis
en el proceso
|
Los modelos 1 y 2 reflejan claramente modelos que perciben al aprendizaje como un acto
ajeno al educando (exógeno), en el que los contenidos, y los productos que se obtienen como resultado de la
“enseñanza” son los elementos más importantes, los protagonistas de estos
modelos. En contraposición, Díaz Bordenave, propone el modelo endógeno como modelo ideal de educación, ya que el
estudiante es el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, y en el que el
educando es partícipe activo de su propio aprendizaje.
Emisor –mensaje- receptor
“Se califica a esta comunicación
como unidireccional porque fluye en una sola
dirección, en una única vía: del emisor al receptor.”[2]
La educación cuyo énfasis es puesto en los efectos, en
contraposición, cuestiona el modelo
anterior en el que los alumnos adquieren un rol pasivo. Este modelo concibe a los alumnos como seres que
deben ser motivados para que participen de su aprendizaje, ya que espera
acciones por parte de ellos que muestren sus progresos a lo largo de un año lectivo.
A simple vista, parecería el modelo educativo ideal; sin embargo, este
modelo es tan autoritario como el anterior, ya que utiliza la comunicación para
manipular la opinión de los alumnos, quienes ahora pueden emitir opiniones,
pero solamente las predeterminadas por los docentes. El docente “persuade” al alumno
de que sus percepciones sobre la realidad son las únicas verdaderas, y
acepta de parte de los alumnos solamente
su versión preestablecida. Este tipo de educación utiliza como
herramienta de educación a la comunicación persuasiva. Un ejemplo típico de este tipo de comunicación,
sería una clase de literatura en la que
el docente acepta una sola interpretación en el análisis de una metáfora, que
mirándola desde diferentes puntos de vista podría tener varias acepciones. Es
decir que el objetivo principal de este modelo es:
“Inculcar
las nuevas actitudes, sin pasar por la reflexión, por el análisis, sin pasar
por la consciencia, sin someterlas a una libre
elección” [3]
En este tipo de educación, se espera que exista un
feedback, por lo que el tipo de patrón comunicacional sería aquél en el que las respuestas de los alumnos son
condicionadas, conformando, así un modelo conductista, que como se muestra
en l figura a la izquierda, un
“estímulo” (mensaje) originará una
“respuesta” determinada con anterioridad, otorgando más importancia al
efecto del producto que al proceso, que da como resultado el aprendizaje,
priorizando así la cantidad a la calidad y la memoria a la elaboración .
El último modelo, en el que el énfasis es puesto en el
proceso, llamado por Freire “liberador” o “transformador, concibe al
aprendizaje como un proceso durante el cual el alumno reflexiona y transforma
su realidad mediante las acciones que considere necesarias, logrando así que el
alumno desarrolle habilidades y estrategias que lo conviertan en seres de
pensamiento crítico capaz de emitir opiniones, e interpretaciones
personales. Este modelo equipara al
alumno y al profesor ya que ambos pueden aprender de la interacción mediada por
el diálogo comunicativo. En este modelo,
la comunicación es bidireccional, y la figura del emisor y receptor cambian de
la siguiente forma:
En
este modelo, ambos agentes son a la vez emisores y receptores y el feedback es
bidireccional, ya que el profesor y el alumno se enriquecen mutuamente a través
del dialogo y la interacción diaria.
Sin lugar a dudas
en estos 3 modelos, Kaplún, percibe a los agentes educativos, educando y
educador, como a las figuras claves del
aprendizaje escolar, especialmente en el modelo
cuyo énfasis está puesto en el proceso, ya que permite el desarrollo de las habilidades expresivas
de la lengua. Y es debido a este motivo que Kaplún no concibe la educación a
distancia como una opción transformadora y democratizadora, sino homogeneizada
y solitaria, ya que sostiene que:
“Es una educación concebida para un
educando silente, definido como receptor, en la que éste permanece —salvo los
esporádicos contactos consultivos con el docente— perpetuamente incomunicado.
[…] La enseñanza homogeneizada no requiere prácticamente que el estudiante hable y exprese un pensamiento propio,
oralmente ni por escrito. Tampoco tiene con quién hacerlo: se halla durante
todo —o casi todo—
el proceso recluido en soledad”
Lo que Kaplún no tiene en cuenta es que la educación
virtual, bimodal, podría perfectamente sustituir a la educación presencial,
especialmente en la educación secundaria, Además, el objetivo principal de la
educación a distancia es de ofrecer titulación a aquellas personas que ya han
finalizado sus estudios secundarios y que ya han en su mayoría desarrollado sus
capacidades intelectuales. Personas que
de otra forma no podrían acceder a un título superior. Así mismo, su visión
sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje en esta modalidad es limitada, ya
que no considera que las producciones que gozan de elaboración crítica y
reflexión por parte de los alumnos tengan que ver con el tipo de consigna que
se les presenta y no con el hecho de que
la clase sea presencial o virtual.
Estamos de acuerdo con las consideraciones referentes a
los distintos tipos de comunicación y educación que Kaplan nos ofrece, pero
deberíamos considerar modelos más amplios, en el que el hombre sea percibido en
forma integral, y en el que la educación a distancia obtiene un lugar
preponderante en la educación adulta. Estamos,
entonces en condiciones de comparar el modelo de Kaplún con el modelo
presentado por Viesca Lobatón, autora que remarca el rol preponderante de los
materiales educativos en la educación a distancia.
Una de las diferencias entre Kaplún y Lobato, es que, como mencionamos
anteriormente, el primero no considera a la educación a distancia como una
alternativa válida de educación ya que para él no existe comunicación
bidireccional, por ser el alumno virtual una figura pasiva; además, para este
autor, el alumno y el profesor
constituyen el eje fundamental de la
educación, sin tener en cuenta el entorno que los rodea. Tampoco considera cómo
ellos pueden interactuar durante el proceso de enseñanza con su entorno como lo
hace Viesca Lobato, en contraposición con
el modelo de Kaplún.
“Contempla personas que emiten y reciben mensajes que son codificados y
decodificados en función de una compleja articulación de factores psicológicos
y culturales, en diversos códigos y medios, dentro de un ambiente cargado de significaciones,
y a través de medios con características comunicativas específicas” [4]
Según esta interpretación, somos sujetos “multimediados”
en constante interacción con nuestro ambiente, en el que una multiplicidad de
factores intervinientes permite que nos comuniquemos significativamente. Esta
concepción percibe al hombre, como parte del ambiente en que se mueve, pero ya
no como parte esencial del sistema social, y por ende educativo. Según
Lobatón, lo social no son las personas,
sino los procesos de comunicación del
que el hombre se nutre y a través del cual se educa. Lobatón toma esta
perspectiva del sociólogo Alemán Luhmann, quien en su Teoría de los Sistemas
concibe a lo social de esta manera:
“Lo social se ofrece al ser humano como proveedor de estructuras de
sentido, a partir de las cuales socializa; bajo el entendido de que lo social
no son las personas, sino los procesos de comunicación. No es posible pretender
que la comunicación este determinada por el hombre, como individuo, sino que es
algo externo a él, del cual se sirve.
Esta visión de hombre, dentro de un entorno del cual es
parte tan importante como cualquier otro elemento de él, nos lleva a pensar que
dentro de un “ambiente de aprendizaje”
cualquier cambio o mejora educativa sería realizada, no solamente por el
hombre, sino también por cada uno de estos elementos que son parte del ambiente y que se comunican e
interactúan con códigos propios que los diferencian de otros ambientes. Veamos
como Viesca Lobatón define al ambiente
de aprendizaje:
“Por ambiente de aprendizaje se puede entender como un complejo tejido de
elementos en el que existe y se desarrolla en el sistema de aprendizaje, y que tiene por
objeto generar mejores relaciones educativas, ya sea entre personas, con
instrumentos, con el curriculum, de las personas respecto de sí mismas, y en
general, con todo el entorno, y, en ejes tanto físicos y espaciales, como
históricos y sociales.”
A la luz de esta perspectiva, vemos claramente, como en
el enfoque que presenta Kaplún, la comunicación y la educación están
determinadas por la acción del hombre y sus agentes educativos, mientras que en
el modelo de Viesca, el hombre es parte de un ambiente determinado que interactúa con un sistema que evoluciona constantemente.
Es con
esta visión integradora del hombre en su ambiente educativo con la que Viesca
Lobatón se refiere a los materiales de
enseñanza, los que también forman parte integral del ambiente de aprendizaje
contribuyendo a formar a los educandos. Según
Lobatón, la formación, también
vista como un sistema de comunicación, se establece a
través de entradas que se procesan al interactuar con el medio trasformando al
educando que, a su vez genera salidas
utilizando su creatividad, su capacidad de autogestión y el feedback
que éste toma de su ambiente. Es en este sentido, que los materiales de
enseñanza cobran gran significancia, ya que deben generar condiciones que permitan al alumno un
aprendizaje integral en el que cada elemento utilizado, ya sea en forma de
consignas, de textos de soporte o material
audiovisual contribuye a la transformación del educando y al ambiente al que pertenece:
“El diseño gráfico, el diseño editorial, la edición, la fotografía, y en
general las situaciones en las que se "pone en forma" o se le da
forma a un contenido académico, para construir el material educativo, no son
sólo "herramientas para el decorado", sino, las herramientas para la
construcción de ambientes de aprendizaje.”
Estos ambientes deben
contemplar una diversidad de contenidos y materiales que fomenten la
libertad de expresión y de pensamiento
creativo, como también la posibilidad de
desarrollar en los una mente amplia y
una actitud tolerante a distintas interpretaciones y enfoques.
Es por ello que la construcción de los materiales de
aprendizaje, bebemos considerar que ambientes de aprendizaje queremos
crear en nuestros proyectos de
enseñanza, ya que éstos también, pueden
ser autoritarios o flexibles, de acuerdo
con el tipo de intervenciones que generen los materiales utilizados.
CONCLUSION
En este trabajo hemos considerado dos concepciones
distintas de comunicación en el ámbito educativo. Kaplún ofrece un modelo de
comunicación humanístico, mientras que
Lobatón lo hace a través un modelo
sistémico. Hemos encontrado puntos de
encuentro y puntos de desacuerdo, resultado de la reflexión y el análisis. Pero
ambos autores tienen un punto en común: el docente debe ser primero un buen
comunicador, y como tal tiene la responsabilidad de tomar conciencia del tipo de mensaje y el tipo de acciones que
espera de sus alumnos.
El diseño de materiales implica en este sentido
trabajar teniendo en mente los enfoques que los grandes educadores
nos acercan, pero siempre con una mirada puesta en el perfil de alumnos que
queremos tener como resultado de nuestra práctica docente diaria y en nuestro
rol de comunicadores educativos.
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